miércoles, 26 de noviembre de 2014

¿Qué hacer tras ser rechazado en una entrevista de trabajo?

Acabas de terminar la entrevista. Sales de las oficinas de la empresa en ese estado de embriaguez, causado por la adrenalina y los nervios. El trabajo ya está hecho. Las sensaciones son buenas. Contestaste con rigor y convencimiento a las cuestiones que te formularon, mantuviste contacto visual e hiciste unas cuantas preguntas al entrevistador.
Han quedado en contactarte en un máximo de 15 días para darte noticias sobre tu candidatura.

Mientras andas por la calle, descuelgas el teléfono y le cuentas a tu novia / madre / asesor espiritual cómo ha ido la entrevista. La empresa te ha gustado, el gerente y los entrevistadores te han caído bien y crees que das el perfil para conseguir el trabajo. No puedes esperar a que pasen las dos dichosas semanas para recibir lo que tú crees que es un sí inminente.

A los pocos días, recibes un mensaje por correo. Ves la notificación en en tu teléfono móvil, al descubrir el remitente empiezas a temblar. Lo lees detenidamente pero al pasar de la segunda línea te das cuenta de que se trata de una notificación automática... estás fuera del proceso.
La reacción automática es de rabia e impotencia. Cuestionas la decisión y la profesionalidad del entrevistador. Repasas mentalmente la entrevista una y otra vez. ¿Dónde perdí el hilo? ¿Qué pude haber contestado mejor? Dedica el tiempo justo a lamerte las heridas porque, aunque sea reconfortante, no sirve de nada.

¿Y ahora qué?

Podemos quedarnos pensando que en realidad somos demasiado buenos para la posición o utilizar la experiencia para sacar algo positivo de ella.
Deja pasar unas horas y contacta con el responsable de recursos humanos por correo electrónico, nada de llamadas. Agradécele su tiempo y su mensaje. Y pregúntale el por qué de la decisión.

IMPORTANTE! No intentes cuestionar si el dejarte fuera ha sido o no la decisión acertada. El objetivo es recibir feedback para mejorar nuestro perfil como candidatos en futuras entrevistas.
Utiliza el correo porque: a) Normalmente se trata de una conversación poco agradable para ambas partes y b) un correo le permite al entrevistador meditar su respuesta y responderte cuando mejor le venga.

Un correo tipo sería algo así:

Apreciado X,

muchas gracias por su correo aunque lamento profundamente recibir este mensaje. La impresión que me causó su empresa y el equipo fue absolutamente positiva y me hubiera encantado formar parte de este proyecto.

La conversación con X, Y y Z me sirvió para darme cuenta del tipo de equipo y de compañía en la que me gustaría trabajar, e intentaré encaminar mis pasos profesionales hacia ello.

Sé que no estoy en condición de pedir favores, pero si tuviera un momento, me gustaría conocer su opinión profesional sobre mi entrevista. Si detectó puntos que deba mejorar y que me puedan ayudar en futuros procesos de selección.

Espero que todo funcione bien con el candidato seleccionado.

Atentamente,

Es importante que el mensaje que transmitamos sea solicitando consejo. Ten siempre en mente que la decisión está cerrada y tu correo no la va a cambiar. Si la persona a la que va dirigida es más o menos razonable, recibirás una respuesta que podrás utilizar para mejorar tu perfil.

Por último, ten en cuenta que existen millones de razones por las que un candidato puede ser rechazado en una entrevista de trabajo así que no te lo tomes muy a pecho.

martes, 25 de noviembre de 2014

Entrevistas de trabajo muy cortas: ¿Un mal síntoma?

Probablemente.

Hace unas semanas envié mi candidatura para una oferta de empleo como Project Controller en MVI-Group. Aunque no tengo experiencia en una posición similar, sí que he estado involucrado en temas de facturación y gestión de presupuesto en algunos de los proyectos en los que he trabajado.

El mismo día de enviar mi CV recibí una llamada telefónica para concertar una entrevista. Buena señal.

El día de la entrevista se sentaba frente a mí la responsable de recursos humanos y la responsable del equipo. Tras una breve introducción, expliqué mi experiencia y mis aptitudes relacionadas con el puesto. La que sería mi jefa, me explicó por encima las tareas a desarrollar, me entrevistó acerca de mi experiencia con herramientas informáticas específicas para  la posición y me preguntó sobre mis expectativas salariales.

Alguna de las respuestas que di debió encender una alarma interior y, tras 15 minutos de conversación, la responsable dio por finalizada la charla, se despidió educadamente y se marchó. Yo me quedé un poco a cuadros.

La responsable de recursos humanos prosiguió con la entrevista, explicándome generalidades sobre la compañía, beneficios adicionales, ambiente de trabajo, etc.

Tiempo total de la entrevista: 30 minutos.

Al día siguiente me llegó - evidentemente - la notificación automática en la que me informaban de que mi candidatura no continuaba en el proceso de selección.

¿Es una entrevista demasiado corta un mal síntoma? No necesariamente, pero en mi caso sí lo fue. He leído blogs en los que, pese a tener entrevistas con un tiempo inferior a los 45 minutos, el resultado fue una especie de amor a primera vista.

Una entrevista inusualmente corta creo que no sólo es negativo para el entrevistado, por percibir una imagen fugaz de la empresa, sino que denota también falta de profesionalidad o de rigor por parte del entrevistador.

Me explico: si el problema era la falta de experiencia con el programa X o Y, o mis expectativas salariales estaban fueran del rango de la oferta, deberían haber hecho un chequeo telefónico, ahorrándonos a todos la pérdida de tiempo.

Al agradecer el mensaje y pedir explicaciones sobre el por qué de la decisión (este es un tema del que quiero hablar en profundidad) no obtuve respuesta alguna por su parte.